martes, 12 de abril de 2016

Despedida al “Campeón” de los narradores

Edgar Perea, es el nombre del mecánico industrial que se convirtió en el mejor de los narradores o locutores de Colombia.  

Es muy difícil encontrar en Colombia una persona mayor de quince años que no sepa quien fue Edgar Perea, los que crecimos en la época donde la televisión por cable no existía y la mayoría de los eventos deportivos importantes llegaban al público a través de la radio, conocimos al narrador apasionado y patriota, que sentía y quería que siempre el representante de Colombia en el deporte que fuera saliera victorioso, de la misma manera que defendía y criticaba con fuerza y vehemencia a su Junior del Alma, el equipo de fútbol de la ciudad amada Barranquilla.

En la voz de “El campeón” como lo llamaba la gente, escuchamos eventos históricos del deporte Colombiano, como las peleas por título mundial de Antonio Cervantes “Kid Pambelé”, Happy Lora, Fidel Basa, la primera medalla olímpica para Colombia ganada por Helmut Bellingrodt en Munich 1972,  La primera copa libertadores ganada por atlético Nacional en 1989, el empate de Colombia ante Alemania en el mundial de Italia 90, la goleada 0-5 de Colombia ante Argentina en 1993, el hit de su tocayo Edgar Renteria para darle el título de campeón en la serie mundial de beisbol a los Marlins de la Florida en 1996, y no terminaría de contar todo su recorrido histórico en el deporte nacional e internacional en cualquier tipo de deporte.

Amado por muchos y quizás odiado por otros, Edgar Perea, siempre fue una persona que desde su punto de vista y forma de ser directa, decía y defendía lo que para él era correcto, protagonizando innumerables disputas con sus colegas locutores deportivos de diferentes regiones del país e inclusive de la costa caribe colombiana, región que amó hasta la muerte.

Defensor a capa y espada de todo colombiano que representara a nuestro país con orgullo en el exterior y de la Selección Colombia, al punto de llegar al llanto en la narración de sus goles con la frase “Gol de Colombia mi patria querida”, o a retirarse del micrófono cuando luego de un gran partido se presenta una derrota injusta, como sucedió en 1990 en el partido que Colombia perdía contra Alemania y que al final resultó en un empate 1-1 con el histórico gol de Fredy Rincón.

El Junior de Barranquilla es un capítulo aparte de en la vida de Edgar Perea, quien en una narración acuñó la frase “Junior tu papá”, convirtiéndose en el lema o eslogan oficial del equipo por así decirlo, tanto así que en Colombia se conoce al Junior como “Tu papá”, para hablar de Perea y el Junior tocaría escribir un libro, con infinitas anécdotas como la del día que después de una sanción, regresó a narrar en el estadio metropolitano aterrizando en la mitad de la cancha en un helicóptero.

El dueño del 99% de la sintonía como el mismo decía, era popular por su forma elegante y a veces extravagante de vestir, su sinceridad, sencillez, recio carácter y carga emotiva en sus narraciones, pero ante todo un colombiano al cien por ciento y un ejemplo de superación y lucha por sus principios.

Y para que la apliquemos queda su frase de despedida “Sigan siendo felices Edgar les dice”.


Hasta siempre Campeón.


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