Iniciemos hablando de los espectadores, que para mi son aquellas personas que les gusta este deporte y son simpatizantes de algún o algunos equipos en su país o fuera de este, dado que con la globalización del fútbol es fácil encontrar seguidores de los grandes equipos en cualquier parte del mundo, el espectador puede responder la pregunta ¿de qué equipo eres hincha?, aunque en realidad es posible que no asista al estadio o no vea los partidos de su equipo, pero está pendiente de que sucede con el fecha a fecha, es también posible que muchos espectadores prefieran jugar fútbol un rato con sus amigos que ver el partido de su equipo.
Por otro lado el seguidor apasionado, es aquella persona que sigue su equipo del alma, que colecciona prendas o recuerdos importantes para el, que en lo posible asiste a l estadio a acompañar a su equipo, que conoce su historia, los jugadores y que puede hacer fuerza para que el rival clásico pierda siempre sin importar contra quien juegue, pero no llega al fanatismo y sabe diferenciar hasta donde llega el juego y no sobrepasa los límites entre lo sucedido en un campo de juego y lo realmente importante en su vida. Los seguidores apasionados no están de acuerdo con la violencia en los estadios o fuera de estos por parte de seguidores de uno u otro equipo, sabe aceptar cuando su equipo ha jugado mal (así no acepte la derrota), está en capacidad de criticar con fundamento lo que sucede o puede suceder no solo con su equipo sino con muchos aspectos del fútbol.
Finalmente encontramos al fanático obsesivo, que es para mi aquella persona que pone su equipo y lo que suceda con el por encima de cualquier otra cosa en su vida, hasta el punto de perder de vista aspectos fundamentales como el familiar o social con tal de seguir o “hacer respetar” su equipo. en muchos casos estas personas están predispuestas a reacciones violentas con sus semejantes cuando se encuentran en desacuerdo con respecto a alguna temática relacionada con su equipo o el fútbol en general. Muchas de estas personas integran las denominadas barras bravas culpables en la mayoría de los casos de la violencia generada dentro de las gradas o fuera de los estadios del país, hay que agregar al aspecto sicológico y social de algunos fanáticos obsesivos, la influencia frecuente del consumo de licor y drogas alucinógenas antes, durante y después de los partidos, dentro o fuera de las gradas de los estadios. Por lo general el fanático obsesivo pone por encima de todo sus equipo y no es capaz de reconocer la superioridad n la cancha del otro equipo en momentos de derrota, se siente con el derecho a realizar reclamos a jugadores que para su parecer no están dando lo necesario en la cancha para lograr siempre la victoria, puede idolatrar a un jugador por dos goles en un partido y al partido siguiente puede odiar y hasta agredir a ese mismo jugador por un error cometido, no visualiza límites con respecto a sus acciones con tal de “defender” a su equipo y en muchos casos hasta la muerte puede ocasionar esta actitud.
Y tú, ¿Qué tipo de persona eres siguiendo el fútbol?